Llamado también Derecho primario, es la parte del Derecho comunitario integrado por los tratados constitutivos con sus respectivos protocolos, convenciones y anejos que los complementan, así como los tratados de adhesión de los Estados miembros que se incorporaron a la CE, y los tratados que han modificado aquéllos. En cierta forma, puede decirse que el Derecho originario se equipara a las normas constitucionales europeas. En cualquier caso, las reglas del derecho primario son obligatorias en todas sus partes y disposiciones, tanto para los Estados miembros como para las instituciones comunitarias. La interpretación de las reglas contenidas en los tratados se hará dando prioridad a los textos recientes sobre los antiguos, y concediendo primacía a los textos especiales sobre los generales. Aunque los tres tratados fundacionales se consideran como de igual rango, el Tratado CEE ha servido siempre como fuente supletoria a falta de disposición expresa de los otros dos.
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