Comercio de estado

Es el resultado de la creciente intervención estatal en la actividad económica, especialmente en la distribución de bienes en el mercado. La aparición del Estado-comerciante conlleva una serie de cambios en los presupuestos clásicos del Derecho internacional, tanto en el caso de que el Estado actúe en la franja comercial reservada al mismo y excluida de la actividad privada (importaciones prohibidas, por ejemplo), como en el caso de actuar a través de los organismos dependientes del mismo Estado. Se trata, en definitiva, del nuevo protagonismo que, en el Derecho internacional privado, tiene la empresa pública, la semi-pública o la empresa de Estado, con las secuelas que implica en la nueva configuración de la normativa interestatal.