En virtud de este sistema de concesión de patentes, la Administración Pública examina la solicitud de concesión no sólo en las cuestiones de tipo formal, sino también en cuanto a los requisitos de patentabilidad, analizando especialmente la novedad y la actividad inventiva. Esta modalidad del procedimiento de concesión, conocido también como examen previo de novedad, favorece la existencia de patentes fuertes, al limitar la inscripción a aquellas que demuestran la novedad del invento. Una vez concedida la patente, el plazo de veinte años de su vigencia empieza a contarse desde la fecha de su solicitud.
Ley de Patentes, artículos 39 y 40.
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