Peligro atrayente

Por influencia del Derecho angloamericano, la denominada en ingles attractive nuisance tiene especial aplicación en los casos de daños sufridos por niños en determinadas instalaciones o edificaciones. Según dicha doctrina, un poseedor es responsable de daños personales recibidos por niños que entran sin permiso en su propiedad, causados por una estructura u otra condición artificial, que aquél mantenga en su propiedad, si le consta o le ha de constar que ello implica un riesgo para los niños, que se sentirán atraídos por dicha estructura o condición. Ahora bien, no basta la posibilidad de que los niños puedan ser atraídos y resultar lesionados; es menester que exista la probabilidad de todo ello para que, en definitiva, pueda reclamarse del dueño la correspondiente indemnización de daños y perjuicios.