Son los que reglamentan contratos que puedan concluirse en el futuro. Suelen celebrarse entre empresas o grupos de intereses que quieren dejar convenidas las bases de acuerdos futuros. No obligan, pues, a celebrar nuevos contratos; pero, caso de perfeccionarlos, deberán éstos atenerse a las reglas básicas que se pactaron anteriormente. No cabe exigir el cumplimiento específico; pero el incumplimiento de un contrato normativo puede dar lugar a la indemnización de daños y perjuicios. Un caso de contrato normativo es el denominado contrato de tarifa.
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