(Derecho Laboral) El derecho laboral reconoce los tres poderes al jefe de empresa: el poder de reglamentación, el poder disciplinario y el poder de dirección. El poder reglamentario consiste en establecer el reglamento interior de la empresa; el poder disciplinario, en sancionar las faltas cometidas por el asalariado en la ejecución de su prestación de trabajo, y el poder de dirección, en adoptar las medidas necesarias para la buena marcha de la empresa, dentro de los límites definidos por la legislación vigente, las convenciones colectivas, la reglamentación interior y las estipulaciones del contrato de trabajo.
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