Conocida también como economía planificada, es una alternativa a la economía liberal o capitalista. Se puede considerar como una terapéutica socialista que pretende atajar la crisis económica gracias a la elaboración de un plan económico en el que se integren dos grandes sectores: el nacionalizado, como el crédito y las industrias básicas, y el sector libre. En todo caso, el sistema constitucionalizado establece que la planificación no puede ser total ni imperativa, sino simplemente sectorial e indicativa. De lo contrario, se lesionaría el principio constitucional básico de la libertad de empresa.
Constitución, artículos 38.
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