Son los que tienen por objeto la venta de un servicio de soft, aunque no es raro que se combine con la prestación consistente en la entrega del material (hard) que se vende. En tal caso, suele estipularse que se pagará el hard aunque el soft no funcione. Si hay un contrato para cada una de estas dos prestaciones, conviene prever que el hard sea compatible con la utilización prevista por el cliente o utilizador. En cualquier caso, es habitual periodificar los pagos al compás de las etapas de consumación contractual: 20 por 100 al formalizar el pedido; 20 por 100 a la entrega; 20 por 100 al controlar satisfactoriamente los ensayos; 20 por 100 al controlar de conformidad el cargo; y 20 por 100 en garantía del buen fin. Suelen incluirse unos pactos de mantenimiento del material entregado, y la previsión de que el vendedor designará un técnico que se responsabilizará de la informatización que compra el utilizador.
Contratos indirectos | | | Contratos mercantiles |